Ausencia de Danilo Medina y líderes morados en temas fundamentales empieza a generar fuertes conjeturas

Redacción/elCorreo.do

SANTO DOMINGO: Ha comenzado a generar diversas conjeturas en los corrillos políticos la ausencia del expresidente Danilo Medina del debate sobre el tema crucial que domina el escenario nacional como es la situación del coronavirus y los últimos detalles sobre vacunación y rebrote.

Pero no sólo Medina ha estado distante de esos temas, sino que las principales figuras del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana también están fuera del foco público.

Tal es la ausencia del ex gobernante que a la fecha es el único de los principales líderes políticos y de otros ámbitos que no ha acudido a vacunarse, o al menos no lo ha hecho públicamente, y ni siquiera se ha filtrado si se la aplicaron a domicilio, lo que sería el único caso.

En los mentideros políticos se comenta que de ser este último el caso, Medina estaría enviando un pésimo mensaje a sus seguidores en un momento en que un segmento importante de la población se muestra reacio a recibir la inmunización contra el COVID-19.

El hecho es que se trata de un detalle relevante, tomando cuenta que las cabezas del liderazgo político nacional no sólo se han vacunado públicamente, sino que han formulado reiterados llamamientos a que sus seguidores hagan lo mismo.

En ese renglón se encuentra, con las razones más que sobradas, el presidente Luis Abinader, quien está llamado a poner el ejemplo en cuanto a darle certidumbre a la población.

Pero también han estado en primera línea los ex presidentes Leonel Fernández e Hipólito Mejía, quienes junto a Danilo se encuentran en la punta superior del escenario nacional.

Su inexplicable ausencia

¿Hace bien el ex presidente Medina recluyéndose en su residencia de la capital, San Juan de la Maguana o en Arroyo Cano, dejando al PLD en manos secundarias?

Su última aparición formal se produjo la mañana del 16 de agosto pasado cuando acudió al Congreso para entregarle la banda presidencial al presidente del Senado, Eduardo Estrella, para que éste, tras juramentarlo, imponerla al nuevo mandatario Abinader.

Las otras comparecencias han sido en el partido que lidera para cumplir obligaciones protocolares. En cada uno de estos actos, sus palabras en vez de armonizar provocaron deserciones.

Se argumenta que debido a los acontecimientos pocos gratos que han involucrado familiares de primer orden y la persona más próxima que tuvo en sus ocho años en el plano militar, son razones más que entendibles para evitar contactos externos, según se infiere en los corrillos.

Algunos entienden que su distanciamiento y falta de credibilidad social es algo tan preocupante como urgente de resolver, y la actual sensación general de corrupción política propicia la desconfianza y la indignación, ha ampliado el divorcio de la entidad y sus líderes con la sociedad.

Antes, muchos dominicanos se sentían en cierta forma secuestrados en el ejercicio de sus derechos, cuando la organización monopolizaba el poder, controlando tanto el poder legislativo como todos y cada uno de los niveles de gobierno, así como la composición de las más altas instituciones del Estado.

No sólo es Danilo

La ausencia en la palestra de los principales funcionarios y dirigentes peledeistas, al igual que su jefe político, es tal que ni opinan sobre los problemas del país y mucho menos de las acusaciones que a cada momento les involucra.

Se piensa que es lo más aconsejable, porque como dicen las autoridades al apresar un sospechoso de cometer un delito, “tiene derecho a mantener silencio (porque) todo lo que diga puede ser usado en su contra”.

Ni la vicepresidenta y derrotada candidata a repetir, Margarita Cedeño, así como ninguno de los ministros, jamás han abierto la boca, además de dejar de ser un objetivo de la prensa, a no ser cuando se les relaciona con algo no trasparente.

Gustavo Montalvo, ex ministro de la Presidencia, hubo de suspender su retiro para aclarar señalamientos hechos por el senador Antonio Martes, por un alegado uso indebido de fondos recaudado de los impuestos a los combustibles.

El ex funcionario rechazó la imputación a su gestión en esa cartera y la atribuyó a “personajes de dudosa reputación” su ejecución, sin mencionar el nombre del legislador.

Igual se puede decir de los aliados, los que, como el canciller Miguel Vargas Maldonado, han desaparecido del escenario político, pese a ser el presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

Su situación a lo interno de esa organización genera tanto rechazo, de parte de sus otrora principales aliados, que ni por asomo se aparece al local nacional.

“En ningún círculo de la sociedad se sabe del líder del partido del jacho y del buey que más jala, desde que se produjo el cambio de gobierno”, comentó este miércoles la sección El Espía, del matutino Diario Libre.

Observó además que tampoco se le ve “poniéndole atención a su partido. La dirección del PLD no se reúne, sus comités municipales y zonales están cerrados.

¿Un PLD sin futuro?

Si bien en política no hay contrincantes pequeños ni de fácil vencimiento, todos los análisis se encaminan a lo difícil que le resultará “al PLD de Danilo” recuperarse de la derrota infligida el año pasado.

Desde el mismo momento de oficializarse los resultados de las consultas presidencial y legislativa, se presentó la imagen de la agonía del desastre electoral. Ese ambiente quedó plasmado antes del último boletín de resultados.

Con rostros compungidos, la dirección peledeista convocó a los periodistas el ocho de julio “para felicitar a Abinader por su triunfo”, actividad que apenas contó con la presencia de Temístocles Montás, entonces presidente interino del partido, Radhamés Segura y Alejandrina Germán, miembros del Comité Político.

El texto del documento entregado a los medios no pudo ser más pesimista. Pidió a los peledeístas “mantener la frente en alto e iniciar los trabajos de inmediato para relanzar la organización de cara a futuras batallas electorales”.