
Redacción/elCorreo.do
SANTO DOMINGO: Una exhaustiva revisión a lo que ha sido la relación con la Justicia de los familiares cercanos a los respectivos gobernantes que ha tenido el país desde la muerte del dictador Rafael Leónidas Trujillo en 1961, con el apresamiento dos hermanos del ex presidente Danilo Medina por supuestos actos de corrupción, lleva a concluir que se produce un hecho sin precedentes en el entorno de una familia presidencial.
El último presidente títere, aunque revestido de las formalidades constitucionales, que tuvo la dictadura de 31 años encabezada por Trujillo fue Joaquín Balaguer, quien debió huir aparatosamente del país tras ser sustituido por un Consejo de Estado que ocupó el Gobierno hasta la toma de posesión del Presidente Juan Bosch el 27 de febrero de 1963.
Bosch fue el primer presidente elegido por el voto popular después del régimen dictatorial, en los comicios del 20 de diciembre de 1962. Fue derrocado por un golpe cívico-militar el 25 de septiembre de 1963 y sustituido por un triunvirato que gobernó el país hasta la revolución del 24 de abril de 1965.
En ninguna de las investigaciones históricas realizadas por autores dominicanos y extranjeros aparece familia alguna de Bosch o Balaguer acusada de haberse enriquecido con hechos dolosos durante las gestiones de ambos políticos e intelectuales en los inicios de los años 60.
Balaguer y la corrupción (1966-1978)
Balaguer, quien fuera echado del poder por fuerzas conservadoras y anti trujillistas cinco años atrás, retornó a la Presidencia de la República en junio de 1966 con su Partido Reformista (PR), tras derrocar a Bosch, del entonces Partido Revolucionario Dominicano (PRD), en las elecciones del 16 de mayo de ese año.
Los comicios en que Balaguer derrotó a Bosch aquella vez se desarrollaron en un país invadido por tropas norteamericanas desde el año anterior, las cuales no ocultaban sus preferencias por el primero. Al segundo se le había acuñado el “San Benito” de comunista.
El líder reformista gobernó durante doce años, período marcado por la represión política, pero al salir del poder en 1978 derrotado por el PRD y su candidato Antonio Guzmán, ningún miembro de su familia fue perseguido por supuestos actos de corrupción. Ni siquiera el rumor público se hizo eco de alguna indelicadeza, a juzgar por las reseñas de los libros publicados sobre esa etapa republicana.
Guzmán: un suicidio que marcó la democracia
Don Antonio Guzmán, un acaudalado hacendado cibaeño enamorado de la política, ascendió al poder el 16 de agosto de 1978 y un letal tiro en la sien el 4 de julio de 1982 le impidió concluir su mandato y entregarle la banda tricolor al presidente entrante Salvador Jorge Blanco, su competidor interno en el PRD.
Mucho se ha escrito sobre las razones que pudo haber tenido Guzmán, uno de los gobernantes mejor valorado, para poner fin a su vida. La versión más socorrida asegura que el exitoso hacendado temía que a su salida del poder algún miembro de su familia pudiera ser acusado de actos de corrupción durante su gobierno.
Jorge Blanco: un ex presidente preso
En 1986, Balaguer retorna al poder, más que por su aceptación popular, por la lucha interna en el PRD, entre Jorge Blanco, el ex vicepresidente Jacobo Majluta y su líder histórico José Francisco Peña Gómez, quienes no encontraban la forma de unificar criterios y mantener en el poder al entonces poderoso partido del “jacho prendío”.
Después de entregar el gobierno a Balaguer, a quien pareció preferir en las elecciones ante su compañero Majluta, candidato del PRD en el 86, Jorge Blanco fue sometido a una tenaz persecución por supuestos actos de corrupción hasta terminar en la cárcel. Pese a la situación difícil por la que atravesó el prestigioso jurista santiaguero, ningún miembro de su familia fue perseguido por presuntos actos ilícitos.
Parientes cercanos al presidente enjuiciado y condenado a 20 años de prisión formaron parte de su gobierno, como fueron los casos del ingeniero Marcelo Jorge, administrador de la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE) y el doctor Amiro Pérez Mera, primo hermano de la primera dama Asela Mera de Jorge, quien encabezara el ministerio de Salud Pública.
Tanto el ingeniero Jorge como el doctor Pérez Mera fueron reconocidos como funcionarios honestos y eficientes por el gobierno de Balaguer, mientras el ex gobernante era colocado detrás de las rejas en la cárcel preventiva del Ensanche La Fe.
La transición de Balaguer a Leonel Fernández
Balaguer entregó el gobierno el 16 de agosto de 1996 al joven candidato triunfante en las elecciones, Leonel Fernández, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), liderado por el ex presidente Bosch. El nonagenario líder reformista se unió en un “frente patriótico” en la segunda vuelta electoral del 30 de junio, que le cerró el paso a Peña Gómez, del PRD, a la Presidencia de la República.
Aunque en el primer Gobierno de Fernández (1996-2000) se iniciaron algunas persecuciones por supuestos actos de corrupción, ninguna tocó a parientes cercanos del ex presidente Balaguer.
Hipólito: a “los ex presidentes no se le toca”
Después de 14 años en la oposición el PRD volvió al poder en el 2000 con su candidato Hipólito Mejía, quien se impuso a Medina, quien aspiraba por primera vez a la silla presidencial por el entonces gobernante partido morado.
El gobierno de Mejía sometió a la Justicia por supuestos actos de corrupción a destacados funcionarios del gobierno de Fernández, pero en ningún momento se mencionó a miembros de su familia. El jefe de Estado, al ser cuestionado sobre la posibilidad de que se iniciara una persecución contra el hoy líder de la Fuerza del Pueblo, llegó a decir con su proverbial espontaneidad que “a los ex presidentes no se les toca”.
Fernández retorno al poder en el 2004 luego de una grave crisis económica provocada por la quiebra de varios bancos nacionales, sin que tras su ascenso se encaminara acción alguna contra el entorno familiar de Mejía.
Al terminar su período de ocho años (2004-2012), la familia de Fernández tampoco se vio envuelta en los sonados casos de supuesta corrupción que corrupción que hoy afectan a parientes del ex presidente Medina, quien saliera del poder el pasado 16 de agosto, después de dos cuatrienios constitucionales.
Abinader no quiere familiares en el gobierno
Tras asumir la Presidencia de la República en agosto de este año, gracias a su convincente victoria contra Gonzalo (El Penco) Castillo, del PLD, Luis Abinader proclamó que ningún miembro de su familia tendría participación en su gobierno.
Entrevistado por el periodista Camilo Egaña, de la cadena norteamericana CNN en Español, Abinader dijo: “No hay ningún miembro de mi familia en ninguna función pública, ni lo va a haber y si existe algún miembro que pueda colaborar lo hará de manera honorífica”.
Se recuerda que la esposa del presidente, Raquel Arbaje, al entrar el nuevo gobierno cerrón el Despacho de la Primera Dama, que en pasados gobiernos recibía cientos de millones de pesos, establecidos en el Presupuesto Nacional.
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