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Advertencia de Ramón Alburquerque al Gobierno genera un gran avispero en el PRM

Por Abel Reynoso

Redacción/elCorreo.do

SANTO DOMINGO: La advertencia lanzada por el ingeniero Ramón Alburquerque en el sentido de que si el Partido Revolucionario Moderno quiere seguir al frente del Gobierno debe controlar los aumentos de los productos básicos, los combustibles y resolverle a su militancia, ha alborotado a la organización oficialista y provocado reacciones de algunos de sus dirigentes.

Alburquerque, que ha sido varias veces presidente del Senado, vaticinó que, de no resolverse esos problemas en el futuro inmediato, “el PRM podría tener una corta estadía en el poder”.

Otro inconveniente citado por el fundador del PRM es que el Gobierno “debe marcar una distancia “de la oligarquía para acercarse a las bases que lo llevaron al poder”.

Insistió en que si el gobierno no corrige las distorsiones que observó, el partido oficial podría correr la misma suerte que a la administración del ex presidente Hipólito Mejía (2000-2004).

Hipólito responde

La respuesta del ex presidente Mejía no se hizo esperar, indicando que Alburquerque estaba equivocado en sus observaciones, y manifestó además que cada funcionario será juzgado en función de sus acciones.

En ese sentido, Mejía calificó como positiva la gestión del presidente Luis Abinader, del que afirma ha tenido muchos logros “y trabajando más de lo normal”.

Los conflictos internos

Una de las características de los gobiernos auspiciados por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), destacándose sobremanera el primero, encabezado por el extinto ex presidente Juan Bosch, siempre fueron las confrontaciones internas.

La llegada de Juan Bosch a la presidencia, gestión iniciada el 27de febrero de 1963, luego de superar múltiples obstáculos políticos-ideológicos, se produjo tras permanecer casi 25 años en el exilio.

Su recia honestidad fue uno de los motivos por el cual su mandato fue derrocado, el 25 de septiembre, apenas siete meses después de su inauguración.

Además de los corruptos, Bosch fue el blanco de las críticas de una parte de la Iglesia Católica, del empresariado y la oligarquía representada por la Unión Cívica Nacional, en la que se agrupó la derecha política dominicana.

Estos sectores lograron convencer la dirección militar dejada intacta por Bosch, contando con el respaldo del gobierno de Estados Unidos, dirigido entonces por el presidente John F. Kennedy, asesinado en Dallas, Texas, justamente dos meses después.

Después del golpe de Estado, el PRD hubo de esperar 15 años para volver a dirigir los destinos del país (1963-1978), durante los cuales el país pasó por una revuelta cívico-militar (1965), la que provocó otra intervención militar de parte de Estados Unidos.

Tras “ganar” las elecciones celebradas en 1966, con la presencia de tropas extranjeras, Joaquín Balaguer, último “presidente” de la Era de Trujillo, retornó al poder, permaneciendo 12 años de “indelicadezas administrativas” y represión al máximo.

El regreso del PRD al Palacio Nacional se produjo también afrontando el poder, teniendo que aceptar el despojo de al menos tres senadores ganados legalmente, para que el presidente saliente pudiera controlar esa ala legislativa, encargada de designar los jueces judiciales.

El hacendado Antonio Guzmán Fernández fue el segundo presidente del llamado partido del “Jacho prendío”, quien a  punto de completar su período de cuatro años, y enfrentado por sus propios correligionarios, tomó la decisión de darse un tiro en la cabeza, la noche del 4 de julio de 1982. Falleció horas después.

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Le sucedió su vicepresidente, Jacobo Majluta, quien desempeñó la primera magistratura el país durante los restantes 43 días, entregándolo a su compañero partidario y contrario a lo interno del PRD, Salvador Jorge Blanco, juramentado el 16 d agosto de 1982.

Su mandato fue traumático, en el que se registró una poblada que saldó decenas de muertos y heridos, así como daños a la propiedad pública y privada, como resultado de protestas a nivel nacional por alzas en los alimentos de mayor consumo.

Al salir fue acusado de corrupción, emitiendo un tribunal orden de arresto, lo que trató de evadir, intentando de manera fallida asilarse en la residencia del embajador de Venezuela en el país.

Obligado a salir de la sede diplomática, el ex mandatario sufrió una insuficiencia cardíaca, por lo que fue internado en un centro asistencial, desde donde hubo de trasladarle a un hospital de Estados Unidos.

Junto a él fueron acusados de malversar fondos públicos varios de sus principales funcionarios, incluyendo al ministro de Defensa y el último jefe policial de su mandato.

Le relevó en el cargo, otra vez, el presidente Balaguer, quien siguió intentando y “logrando” su reelección en 1990 y 1994, pero denunciado de auspiciar fraude electoral, generó una crisis que culminó con una reducción del cuatrienio que había “ganado”.

En las elecciones de 1996 no pudo postularse y el candidato de su partido, Jacinto Peynado, que era su vicepresidente, perdió los comicios del nominado del opositor Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Leonel Fernández, con el apoyo de Balaguer en segunda vuelta, para impedir al triunfo del líder perredeísta José Francisco Peña Gómez.

Otra vez al PRD le esperaban 14 años en la oposición (1986-2000), volviendo a ganar otra elección al comienzo del cursante siglo, llevando como candidato al agrónomo Hipólito Mejía, quien intentó la reelección luego de negar que la buscaría decenas de veces.

Tras perder el poder en 2004, tendrían que pasar 16 años para que el PRD, esta vez transformado en PRM, regresara al poder con el actual presidente Luis Abinader.

Como se ve, los regímenes perredeístas, como consecuencia de sus luchas intestinas de sus dirigentes, sólo han permanecido al frente del país en un período, con la excepción de 1978-1986.

PRSC y PLD

Esa constante ha sido todo lo contrario con los mandatarios del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), con Balaguer con tres períodos consecutivos, primero, más dos y medio después, acumulando 22 años de gobierno, luego del ajusticiamiento del dictador Rafael Trujillo, del que fue el último presidente títere.

La relección la han logrado además Leonel Fernández (2004-2012) y Danilo Medina (2012-2020), por el Partido de la Liberación Dominicana

¿Romperá el presidente Abinader ese maleficio de los gobiernos del PRD, de cuyo seno surgió el hoy oficialista PRM, como acaba de advertir el ingeniero Alburquerque? Es la interrogante que se hacen y plantean entendidos y analistas de los asuntos políticos.

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